¿Sabes qué son las olas de la innovación? ¿Cómo influye en el crecimiento tecnológico mundial? ¿Y la duración de cada uno de estos ciclos? En SIM Levante te ayudamos a descubrir estos ciclos tecnológicos o de la innovación.
¿Qué son las olas tecnológicas o de la innovación?
Las olas tecnológicas son fases que duran en torno a los 15 años, donde nuevas tecnologías nacen lentas, crecen deprisa y se adoptan para luego convertirse en la nueva normalidad.
Cada oleada tecnológica tiene curva en “S”: comienza lenta, después disfruta de un crecimiento exponencial y, por último, se convierte en la nueva normalidad.
- Las oleadas tienen crecimiento exponencial. Es decir, cada ola tiene una escala mayor que la anterior.
- Da pistas de la siguiente ola: realidad virtual, realidad mixta, machine learning, crypto, conducción autónoma, … Sobre todo al final del ciclo, podemos ver las pinceladas de lo que será la próxima ola.
Cómo influyen los ciclos de la innovación en el crecimiento
La destrucción creativa desempeña un papel fundamental en el espíritu empresarial y el desarrollo económico. Acuñada por el economista Joseph Schumpeter en 1942, la teoría de la «destrucción creativa» sugiere que los ciclos empresariales funcionan bajo largas olas de innovación. En concreto, cuando los mercados se ven alterados, los grupos de industrias clave tienen efectos desmesurados en la economía.
Por ejemplo, la industria ferroviaria. A principios del siglo XIX, los ferrocarriles modificaron por completo la demografía urbana y el comercio. Del mismo modo, Internet alteró sectores enteros, desde los medios de comunicación hasta el comercio minorista.
La infografía anterior muestra cómo los ciclos de innovación han influido en las economías desde 1785, y lo que está por venir en el futuro.
Ciclos de innovación: las seis olas
Desde la primera ola de textiles y energía hidráulica en la revolución industrial, hasta Internet en la década de 1990, he aquí las seis olas de innovación y sus principales avances.
Durante la primera oleada de la Revolución Industrial, la energía hidráulica fue fundamental para la fabricación de papel, textiles y productos de hierro. A diferencia de los molinos del pasado, las presas de gran tamaño alimentaban las turbinas a través de complejos sistemas de correas. Los avances en el sector textil trajeron la primera fábrica, y las ciudades se expandieron en torno a ellas.
Con la segunda oleada, entre 1845 y 1900 aproximadamente, llegaron los avances significativos del ferrocarril, el vapor y el acero. La industria ferroviaria por sí sola afectó a innumerables industrias, desde el hierro y el petróleo hasta el acero y el cobre. A su vez, se formaron grandes monopolios ferroviarios.
La aparición de la electricidad que alimentaba la luz y la comunicación telefónica a través de la tercera ola dominó la primera mitad de la década de 1900. Henry Ford introdujo el Modelo T y la cadena de montaje transformó la industria del automóvil. Los automóviles quedaron estrechamente vinculados a la expansión de la metrópoli estadounidense. Más tarde, en la cuarta ola, la aviación revolucionó los viajes.
Tras la aparición de Internet a principios de la década de 1990, las barreras a la información se trastocaron. Los nuevos medios de comunicación cambiaron el discurso político, los ciclos de noticias y la comunicación en la quinta ola. Internet inauguró una nueva frontera de la globalización, un paisaje sin fronteras de flujos de información digital.
El poder del mercado
Para el economista Schumpeter, las innovaciones tecnológicas impulsaron el crecimiento económico y mejoraron el nivel de vida.
Sin embargo, estos disruptores también pueden tener una tendencia a conducir a los monopolios. Especialmente durante el auge de un ciclo, los actores más fuertes obtienen amplios márgenes, establecen fosos y rechazan a sus rivales. Normalmente, estos ciclos comienzan cuando las innovaciones se generalizan.
Por supuesto, esto se puede ver hoy en día: nunca el mundo ha estado tan conectado. La información está más centralizada que nunca, con las Big Tech dominando el tráfico de búsqueda global, las redes sociales y la publicidad.
Al igual que las grandes empresas tecnológicas de hoy, la industria ferroviaria tenía el poder de controlar los precios y expulsar a los competidores durante el siglo XIX. En su punto álgido, las acciones de las empresas ferroviarias que cotizaban en la Bolsa de Nueva York representaban el 60% de la capitalización bursátil total.
Olas de cambio
Como la longevidad del ciclo sigue acortándose, es posible que a la quinta ola le queden algunos años en su haber.
La sexta ola, marcada por la inteligencia artificial y la digitalización a través de la información de las cosas (IoT), la robótica y los drones, probablemente pintará un panorama totalmente nuevo. En concreto, la automatización de los sistemas, el análisis predictivo y el procesamiento de datos podrían tener un impacto. A su vez, es probable que los bienes y servicios físicos se digitalicen. El tiempo para completar las tareas podría pasar de horas a incluso segundos.
Al mismo tiempo, la tecnología limpia podría pasar a primer plano. En el centro de cada innovación tecnológica está la resolución de problemas complejos, y las preocupaciones climáticas son cada vez más acuciantes. El descenso de los costes de la energía solar fotovoltaica y la eólica también está prediciendo ventajas de eficiencia.
¿Conocías las diferentes olas de innovación? ¿Qué opinas sobre la sexta ola? ¿Cuáles serán las próximas olas?
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